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Entre las causas de incendios y riesgos más comunes están las fallas eléctricas y la manipulación errónea de los fuegos artificiales; sin embargo, no son las únicas y por ello, resulta esencial conocerlas para prevenir accidentes en inmuebles de todo tipo, desde fábricas hasta hospitales.
Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), los incendios son “fuegos no controlados de grandes proporciones que ocasionan lesiones, pérdida de vidas humanas, daños materiales y deterioro al medio ambiente”.
Este tipo de desastres pueden ocurrir en edificios, basureros, rellenos sanitarios, lotes baldíos y áreas con vegetación, añade Cenapred. Por eso, la prevención es fundamental y empieza con el conocimiento de las causas que llevan a la propagación de un incendio.
Principales causas de incendios
En ocasiones, las personas no saben cómo actuar antes, durante y después de un incendio porque desconocen las causas que los provocaron. Ya sea en una casa o en una zona industrial, todos los sitios son susceptibles de sufrir un percance relacionado con el fuego, que surge por alguno de los siguientes factores.
Cocinar
Alrededor del 60% de los siniestros con fuego se originan en la cocina, informa el sitio La Vanguardia, ya que existe “la falsa creencia que cuando estamos en casa estamos seguros y, en muchas ocasiones, bajamos la guardia de la prevención”.
En este caso, los focos de peligro son las cocinas, donde es frecuente que las personas cometan descuidos humanos, por ejemplo, olvidan cerrar las llaves del gas, lo que provoca fugas y eleva el riesgo de que ocurra un incendio.
Para reducir los riesgos en el hogar, Protección Civil de la CDMX recomienda revisar constantemente que la flama de la estufa sea de color azul y no rojo, ya que esto es un indicativo de presencia de monóxido de carbono, un gas tóxico que puede causar la muerte si se respira por un tiempo prolongado.
“Si una olla o sartén con aceite caliente se enciende, nunca le arrojes agua, porque el aceite salta expandiendo el fuego por otros lugares de la cocina, toma un trapo, mójalo y colócalo encima, o cubre con una tapa para que se consuma el oxígeno; también puedes usar un extintor de polvo”, puntualiza Protección Civil de la CDMX.
En caso de tener cilindros de gas, al comprarlos es recomendable revisar que no presenten golpes o desprendimiento de pintura; para verificar que no tengan fugas, se debe colocar agua con jabón en las conexiones, si aparecen burbujas, será necesario llamar a un especialista.
Calefacciones
Los equipos de calefacción constituyen una de las causas de incendios, principalmente en la temporada invernal, cuando las personas buscan que las temperaturas dentro de su hogar sean más agradables.
Si los equipos de calefacción funcionan con energía eléctrica, pueden provocar un incendio cuando hay una sobrecarga, es decir, cuando el cableado y los aparatos soportan una corriente superior para la que fueron diseñados.
La National Fire Protection Association (NFPA, por sus siglas en inglés) señala que es posible tener una calefacción segura en el hogar, para ello se deben mantener lejos de los artefactos de calefacción aquellos objetos que puedan encenderse con facilidad.
Además, un especialista debe instalar los equipos estacionarios de calefacción e inspeccionarlos, por lo menos, cada año. En caso de utilizar calefactores portátiles, estos se tienen que apagar y desconectar cada vez que alguien sale de una habitación, a fin de disminuir riesgos, añade la NFPA.
Fallas eléctricas
De acuerdo con Cenapred, “en México los incendios son ocasionados primordialmente por fallas eléctricas y fugas de gas LP”. Las instalaciones defectuosas y la falta de mantenimiento a los sistemas eléctricos ocasionan cortocircuitos y sobrecargas que pueden derivar en una emergencia de consecuencias fatales.
Para que estos accidentes no ocurran, es necesario que no se conecten varios aparatos en un solo enchufe y que nunca se sustituyan los fusibles por objetos metálicos. También es recomendable revisar, de manera periódica, las instalaciones eléctricas y de gas, a fin de comprobar que estén en buen estado y libres de fugas.
Los incendios que se originan a partir de la corriente eléctrica pertenecen a la Clase C, que según Cenapred, “se produce por cortocircuito originado por chispazos de energía; se presenta en equipos y maquinarias que funcionan por medio de electricidad, tales como motores, alternadores, generadores, sub-estaciones, maquinaria de soldar, etcétera”.
Para extinguir estos incendios, es necesario utilizar agentes extintores que no conduzcan electricidad, por ejemplo, el polvo químico seco y bióxido de carbono, puntualiza esta dependencia.
Fumar
El Consejo Nacional de Protección Contra Incendio (CONAPCI) señala que una de las principales causas de incendios son los cigarros mal apagados, los cuales llegan a caer en la cama y en sillones, mobiliario que puede arder con facilidad.
Por su parte, la NFPA explica que nunca se debe fumar en un lugar donde haya oxígeno médico, debido a que puede ocasionar que los materiales se enciendan con mayor facilidad. Tampoco es recomendable utilizar cigarros electrónicos mientras se carga la batería, porque podría provocar pequeñas explosiones.
Antes de desechar los cerillos y colillas, es vital que las personas se aseguren que estén bien apagados, para que no haya riesgo de iniciar un incendio.
Velas
Aunque parecen un simple artículo decorativo, las velas, cirios y veladoras son elementos que pueden ocasionar una emergencia; esto se debe a que una corriente de aire puede conducir al fuego hacia objetos que se incendian con facilidad, por ejemplo, las cortinas.
Una medida preventiva es que, si hay niños en casa, los padres vigilen que los pequeños no jueguen con velas, las cuales deben apagarse cuando la casa se quede sola o antes de ir a dormir.
Riesgos de temporada
Además de las causas de incendios y riesgos más comunes, hay otros factores que se presentan en temporadas específicas que son capaces de provocar un incendio que ponga en peligro la vida de las personas y deje cuantiosas pérdidas materiales.
Festividades navideñas
Durante las fiestas decembrinas, la principal causa de un incendio son los cortocircuitos por utilizar luces navideñas en mal estado o conectar varias en un mismo enchufe. Los incendios también se originan por colocar el arbolito cerca de chimeneas o fuentes de calor.
La Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos contra Incendios (AMRACI), recomienda revisar que las series de luces no tengan cables enredados, gastados ni expuestos, utilizar tres juegos de luces por cada extensión y no colocar regalos cerca de las extensiones eléctricas.
Fuegos artificiales
El uso de pirotecnia aumenta en la temporada navideña, en las fiestas patronales y en celebraciones como el Día de la Independencia; sin embargo, una manipulación errónea puede ocasionar un incendio y quemaduras entre las personas que la utilizan.
Para prevenir un accidente, Protección Civil del estado de Hidalgo sugiere que los padres eviten comprar cohetes a sus hijos; en caso de adquirirlos, almacenarlos en sitios fríos y secos, fuera del alcance de los niños, y por ningún motivo se deben transportar en los bolsillos, ya que la fricción podría hacerlos explotar.
Día de muertos
El tradicional festejo de Día de muertos no podría estar completo sin la colocación de las ofrendas, entre sus elementos más característicos están la velas, mismas que deben manejarse con mucho cuidado porque podrían ser el punto de partida para un incendio.
La Secretaría de Salud del Estado de México explica que durante esta festividad es común que las familias dejen velas y veladoras prendidas por largos periodos, “incluso toda la noche en altares y ofrendas, donde conviven con materiales de fácil combustión como el papel picado y las flores”.
Ante dicha situación, la recomendación de la dependencia es nunca dejar una vela prendida sin atención, mantenerla fuera del alcance de los niños y las mascotas, y evitar corrientes de aire para que no se quemen rápido.
Grupos en riesgo
Cuando ocurre un incendio, Cenapred señala que es importante mantener la calma, cortar los suministros de gas y electricidad, y de ser posible, apagarlo con extintores. Si se propaga, es necesario salir del área; sin embargo, esta acción no resulta sencilla para todas las personas, quienes se encuentran en mayor riesgo durante la emergencia.
Personas con discapacidades
De acuerdo con Protección Civil de la CDMX, los inmuebles deben ser accesibles para cualquier limitación funcional, es decir, contar con rampas, barreras cortafuego, iluminación de emergencia y señales para todo de limitación disfuncional: táctiles, visuales, auditivas y en braille.
“De preferencia las personas con discapacidad deben realizar sus actividades cotidianas en plantas bajas para su rápida evacuación en caso de ser necesario, como en un incendio”, añade.
También se deben practicar simulacros para diferentes tipos de riesgos (sismo, incendio o fuga de gas), posteriormente evaluar los resultado para que en situaciones reales, todos los ocupantes del inmueble salgan y se pongan en sitios seguros.
Personas de la Tercera edad
La Administración de Incendios de Estados Unidos (USFA, por sus siglas en inglés) detalla que la mayoría de los adultos mayores tienen problemas con la vista, la pérdida de audición, la artritis, la demencia y los efectos secundarios de los medicamentos, haciendo más difícil que reaccionen ante un incendio.
Una de sus recomendaciones es instalar detectores de humo, pues brindan un tiempo extra para que las personas de la tercera edad puedan escapar; en caso de cocinar, no usar manga larga o ropa suelta, porque se encendería al entrar en contacto con la flama de la estufa.
“Tener planificado lo que se debe hacer en caso de incendio puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte”, añade la USFA. Por ello es necesario practicar las evacuaciones de emergencia, verificar que las puertas y ventanas se abran fácilmente y tener un lugar de reunión a una distancia segura donde los bomberos puedan ver a los adultos mayores.