La realización de una construcción es una obra de arte; sin embargo, debe ejecutarse de manera responsable tomando en cuenta las necesidades y el contexto en que se encuentre dicha edificación.
Sea cual sea la magnitud del proyecto, Existen tres aspectos básicos que deben ser considerados para asegurar el desarrollo responsable de una edificación:
Por un lado hablamos de sustentabilidad económica. En este aspecto es importante que dicho proyecto sea viable en términos económicos para los usuarios del mismo y para inversionistas, es decir, se trata de aprovechar al máximo los recursos y rentabilidad del proyecto.
Otro aspecto a tomar en cuenta cuando se trata de diseño y construcción responsable, es la sustentabilidad ecológica, la cual se refiere a generar un equilibrio amable con el medio ambiente, buscando la gestión de edificios certificados (Certificación LEED) que garanticen el uso adecuado de los recursos naturales, así como generar el mínimo impacto negativo en su entorno inmediato.
Por último y no menos fundamental que los anteriores, encontramos el aspecto de sustentabilidad social, donde los arquitectos e ingenieros tienen como responsabilidad crear espacios con recursos necesarios para que se lleven a cabo las actividades humanas de manera segura, por ejemplo, diseñar vías de escape claras (Plan de emergencia) y de fácil aspecto en caso de incendios, terremotos o cualquier otro desastre natural.
Día con día, especialistas del ramo se enfrentan con nuevos desafíos a nivel social, económico y ecológico, por tanto, deben trabajar en el desarrollo de nuevas técnicas de diseño y construcción que permitan mejorar la calidad de vida de nuestra sociedad.