Como sabes, un incendio es la propagación de fuego no controlado que puede llegar a afectar o quemar algo que no está destinado a quemarse, llámense estructuras o seres vivos. De acuerdo con la NOM-002-STPS-2010, se trata de “el fuego que se desarrolla sin control en tiempo y espacio”.
Son distintas las causas que pueden provocar un incendio: accidentes en una cocina, cigarrillos, fallos en instalaciones eléctricas, escapes de combustible, etcétera; de ahí la importancia de que los espacios cumplan con las normas básicas de seguridad, y cuenten con elementos que ayuden a evitar la propagación del mismo, para evitar los menos daños posibles.
Ver: ¿Cómo prevenir un incendio en tu empresa?
Tipos de incendios
De acuerdo a la NOM-002-STPS-2010, los incendios se clasifican de la siguiente forma:
- Clase A: Se presenta en material combustible sólido, producido de la naturaleza orgánica. Su combustión se genera normalmente con formación de brasas.
- Clase B: Es aquél incendio que se presenta por gases o líquidos inflamables.
- Clase C: Este tipo de fuego involucra aparatos, equipos e instalaciones eléctricas energizadas.
- Clase D: En este tipo de incendios intervienen metales combustibles, como el magnesio, titanio, circonio, sodio, litio o el potasio.
- Clase K: Se presenta en instalaciones de cocina, que involucra sustancias combustibles, tales como aceites y grasas vegetales o animales. Los fuegos de esta clase se dan en depósitos de grasa semipolimerizada, y su comportamiento es distinto a otros combustibles.
Es de suma importancia identificar las causas que provocan los incendios, para de esta forma, poder a toda costa prevenirlos. Recuerda elaborar un programa de capacitación anual en materia de prevención y atención de emergencias, y en caso de ser un espacio de trabajo, capacitar a los trabajadores para que sepan cómo actuar en caso de un desastre.