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Considerados como sustancias que podrían generar un daño, los materiales inflamables forman parte del entorno de muchas empresas, por eso es importante saber identificarlos y manipularlos, a fin de evitar accidentes que afecten a los trabajadores o habitantes de un inmueble.
¿Qué son los materiales inflamables?
De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-002-STPS-2010, “Condiciones de seguridad-Prevención, protección y combate de incendios en los centros de trabajo”, estos materiales inflamables son todos aquellos líquidos, sólidos o gases susceptibles “de arder con facilidad cuando entran en contacto con una fuente de ignición o de calor, con rápida propagación de flama”.
Por lo anterior, se consideran como sustancias peligrosas ya que sus características físicas y químicas, representan un peligro para las instalaciones, la maquinaria y la salud de los trabajadores que se encuentran en un centro de trabajo donde se almacene un material inflamable.
¿Cuáles son los materiales inflamables?
Los materiales inflamables forman parte de los fluidos peligrosos, que de manejarse inapropiadamente, podrían ocasionar un accidente o enfermedad en sitios como empresas, fábricas, almacenes, bodegas e incluso hospitales.
Para determinar cuáles son los materiales que entran dentro de esta clasificación, existe la inflamabilidad, que a decir del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) “es la medida de la facilidad que presenta un gas, líquido o sólido para encenderse y de la rapidez con que, una vez encendido, se diseminarán sus llamas”.
Se considera que los materiales son más inflamables cuando su ignición (inicio de una combustión) es más rápida, además existen dos propiedades físicas que indican esta característica: El punto de inflamación y la volatilidad. Algunos ejemplos de estos materiales son el petróleo, la acetona, la gasolina y el hexano.
Hasta el momento hemos visto que los materiales considerados como inflamables pueden ser líquidos, sólidos o gases. De acuerdo con la norma NOM-002-STPS-2010, el gas inflamable “es aquel que tiene un rango inflamable con el aire a 20ºC, entre otros, propano, hidrógeno, butano, pentano y etano”.
Las sustancias inflamables también se encuentran en estado sólido y líquido, al igual que el gas tienen ciertas condiciones a las que se tienen que poner atención para evitar accidentes en los centros de trabajo.
Líquidos
Para que los líquidos se consideren como materiales inflamables, deben de tener “una temperatura menor a 37.8ºC, entre otros, barnices, lacas, gasolina, tolueno y pinturas a base de disolventes”, puntualiza la NOM-002-STPS-2010.
El Sistema Nacional de Protección Civil (SNPC) describe a los líquidos inflamables como “mezclas que contienen sustancias sólidas en solución o suspensión, que presentan un punto de ebullición inicial, igual o menor de 35ºC. Por otra parte, Cenapred señala que los líquidos pueden provocar los charcos de fuego, es decir, que al derramarse una de estas sustancias y formarse un charco, la evaporación genera gases y entonces aparece el fuego.
Sólidos
En cuanto a los sólidos, el SNPC establece que se trata de “sustancias que presentan riesgo de combustión espontánea, así como aquellos que en contacto con el agua desprenden gases inflamables”. Además, al inflamarse con facilidad pueden activar o provocar incendios por fricción, por ejemplo, el naftaleno.
Los sólidos inflamables se consideran como peligros físicos para los centros de trabajo, por eso es importante identificarlos para evitar accidentes. De hecho, hay normas mexicanas que establecen los lineamientos para saber si los productos o materiales de un centro laboral son inflamables, como lo veremos a continuación.
¿Cómo saber si un producto es inflamable?
En un centro de trabajo, es indispensable que se indiquen los espacios donde se ubican los materiales inflamables para que todos los colaboradores puedan identificarlos, con esto se evitan muchos accidentes y se cuida la integridad física de los empleados.
La Norma Oficial Mexicana NOM-026-STPS-2008, “Colores y señales de seguridad e higiene, e identificación de riesgos por fluidos conducidos en tuberías”, puntualiza que todos los fluidos peligrosos deben de tener una leyenda que los identifique, en este caso, se tiene que indicar si se trata de materiales inflamables.
En los centros de trabajo es necesario que se utilicen las señales de precaución, ya que sirven para reconocer si un material o producto es inflamable. La NOM-026-STPS-2008 explica que estos señalamientos “deben tener forma geométrica triangular, fondo en color amarillo, banda de contorno y símbolo en color negro”.
La imagen de flama es la que indica que se debe de tener precaución, pues hay presencia de materiales inflamables y combustibles. En este caso, los trabajadores también necesitan conocer cuáles son las actividades que no se pueden realizar cerca de las zonas de peligro, entre ellas podemos mencionar: No fumar, no encender cerillos, ni utilizar aparatos de radiocomunicación que puedan provocar ignición.
¿Cuáles son los productos más inflamables?
A lo largo de este texto hemos mencionado que los materiales inflamables pueden encontrarse en estado sólido, líquido o como un gas, por el peligro que representan se tienen que manejar con cuidado, pues hay algunos materiales que llegan a ser más riesgosos.
Entre las sustancias extremadamente inflamables se encuentran los gases que se inflaman en el aire cuando están a temperatura ambiente, como el gas metano y el acetileno; mientras que existen líquidos con puntos de inflamación inferiores a 0ºC que son muy peligrosos, por ejemplo, el éter etílico.
Otros materiales como el alcohol etílico, la acetona, el amoniaco, la gasolina, el diésel, el ácido acético y el queroseno son fácilmente inflamables, por eso es imprescindible que haya un correcto manejo y transportación de dichas sustancias.
¿Cómo almacenar o guardar materiales inflamables?
En cuanto al almacenamiento de los materiales inflamables, una de las acciones básicas que se tienen que realizar es “establecer controles de acceso para los trabajadores y demás personas que ingresen a las áreas donde se almacenen y procesen” este tipo de productos, según lo indica la NOM-002-STPS-2010.
Los espacios donde se almacenen estos materiales inflamables deben de contar con buenas condiciones estructurales, por ejemplo, que las puertas de seguridad que los resguardan sean de “materiales resistentes al fuego y capaces de impedir el paso del humo”.
En todos los lugares de almacenamiento se tienen que colocar los señalamientos de advertencia y los de obligación, para que los trabajadores sepan cuál es el equipo adecuado para manejar materiales inflamables, como cascos y guantes. Además, estos sitios deben de estar frescos y alejados de cualquier fuente de calor.
Sobre este tema, Cenapred sugiere que los productos peligrosos se almacenen en las mínimas cantidades posibles y que se hagan revisiones periódicas para asegurarse de que los contenedores donde existan sustancias inflamables no presentan fugas.
“El almacenamiento de sustancias inflamables y sus instalaciones deben situarse alejados de las unidades de proceso y servicios, de oficinas, de los límites de propiedad, de edificios muy concurridos y, en general, de zonas con riesgos de provocar un incendio”, añade Cenapred. Por lo tanto, recomienda que se construyan muros cortafuegos y se utilicen puertas resistentes al fuego.
¿Cómo transportarlos?
En cuanto a la transportación de productos inflamables, se tiene que considerar que cualquier unidad motriz que sea utilizada para su traslado debe de ser compatible con dichas sustancias, para que sus propiedades no se alteren ni modifiquen, y por lo tanto, se eviten los accidentes.
Los autotanques, unidades de arrastre y contenedores cisterna son algunos vehículos que se usan para transportar materiales que son inflamables, en estos casos las unidades deben de contar con dispositivos de protección y de emergencia que garanticen una mayor seguridad para los operadores y personas cercanas a dichas unidades.
Finalmente, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes indica que “los camiones, las unidades de arrastre, contenedores cisterna y recipientes intermedios para granel deberán tener cuatro carteles que identifiquen el material y residuo peligroso que se transporta”, por ejemplo, gasolina o diésel.